Ellos perdieron pero también estaban felices. Algo que no suele suceder. Pero la alegría no pasaba por el reciente resultado sino por la instancia superada. Inglaterra ya estaba en las semifinales. Con franqueza, con buena cara, el técnico inglés Danny Kerry se sentó en la sala de prensa e hizo su balance del partido con Las Leonas. “Estoy realmente orgulloso. Creo que jugamos bien”, sentenció.
[slide]
Dio su visión del choque. Kerry se mostró sorprendido por el nivel defensivo de Argentina, de la cantidad de jugadoras que el equipo local puso detrás de la bocha a la hora de frenar las llegadas inglesas. “Esto era muy difícil de penetrar para las jugadoras jóvenes”, dijo. Y respecto del trabajo de sus dirigidas frente a la explosiva ofensiva de Las Leonas agregó que supieron contenerlas desde el comienzo hasta el final. Luego, tiró flores para Helen Richardson, a quien nombró como la mejor de la cancha.
A su lado, la experimentada capitana Kate Walsh aguardaba su turno para hablar. “Estoy muy contenta con cómo jugamos y con mis compañeras, si bien no estoy conforme con el resultado”, dijo. Y luego coincidió con el análisis del juego hecho instantes atrás por su DT. “Creo que se puede y esto es lo que le quiero transmitir a mis compañeras”, sentenció con optimismo.
Para finalizar ambos comentaron sobre la importancia del público. “Los hinchas argentinos fueron realmente impresionantes”, tiró Kerry. Y Walsh, determinante, fue un poco más allá: “Me encanta jugar en frente del público. Me gustaría jugar en un estadio lleno todos los días. El que no se aguanta eso no debería jugar al hockey”.