Se le erizó la piel a todos. Se la veía a Lucha Aymar emocionada, llorando en el banco. En las gradas todos seguían festejando, aplaudiendo y coreando su nombre. No era para menos. Apiló a una, dejó a dos más en su camino. Se acercó al arco por la derecha y, mientras se caía de rodillas, largó un tiro cruzado que hizo sonar la tabla. No alcanzaban las palabras para describir la hazaña. El Chapa Retegui sólo atinó a decir “Nah, nah”, como seña de descreimiento de lo que sus ojos acababan de ver. Un gol de otro planeta selló el 2 a 0 final contra China.
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El Chapa, en conferencia de prensa, lo resumió de maravillas. “Las chicas ganaron el partido con dos golazos. El primero de Noe, que hizo un agujero en la red, y el segundo el barrilete”, refiriéndose a la arrastrada de Barrionuevo que rompió la red de la pared del arco y comparando a Lucha con Diego Maradona. “Como alguna vez relató Víctor Hugo morales: “Barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste?”, creo que tengo al barrilete sentado al lado mío”, resumió.
Pero la victoria se hizo rogar: hubo que esperar al segundo tiempo. Porque en los primeros 35 Las Leonas y China no se sacaron diferencia. Las asiáticas empezaron retrasadas en el campo, esperando la embestida argentina. Y sucedió algo que no se esperaba. A los 6 minutos le sacaron tarjeta verde a Lucha. El estadio mundialista repleto estalló rabioso: “Que vuelva Aymar, que vuelva Aymar”. Todos querían ver a su ídolo.
Las llegadas al área también se hacían desear. Sólo una desatención del fondo argentino permitió una clara posibilidad de gol errada por las chinas. Y a los 15 hubo una serie de cinco cortos seguidos para Las Leonas, obligando el último a la arquera Yibo Ma a mostrar excelentes reflejos. Desde allí, las locales neutralizaron a su rival, que pareció intimidarse. Una oportunidad de gol para cada lado y concluyó la primera etapa.
Iba y venía y siempre tenía a la misma jugadora detrás. Una marca pegajosa. Y era necesario, ya que la que tenía que cuidar era la mejor jugadora del mundo. Xiaoxu Xu no le daba ni un centímetro a Lucha (y cuando se lo dio, su equipo lo sufrió).
Recién a los 15 del complemento llegó el desahogo. Corner corto y la conocida fórmula de gol: arrastrada de Barrionuevo tan potente que rompió la red. Aunque para festejar completamente hubo que aguardar a la resolución de un videoref pedido por China. Nada que hacer. Un impecable bombazo y se despertó el cantito: “Es para Holanda que lo mira por tv”.
La Maga recibía golpes pero seguía en pie. Nada ni nadie la iba a parar. Y cuantas más infracciones le cometían, más magia comenzó a desparramar. Y llegó el mejor gol. Aquel en el que apiló a tres antes de mandar a guardar la bocha dentro del arco. Aquel que festejó desde el piso, extendiendo los brazos y esperando que sus compañeras la fueran a abrazar. Y sí, barrilete cósmico, ¿de qué planeta viniste?
¿Podrían Las Leonas haber definido el partido antes? Sin dudas ¿Se sufrió el desgaste físico de dos partidos en dos días? Seguramente, aunque cada pelota se corrió hasta lo último. Y sobre el final sólo quedó el intento desesperado de China por descontar. Pero no hubo caso. Sonó el pitazo final. Las Leonas alzaron sus brazos y se reunieron al lado de la arquera Belén Succi. A festejar. Se lo ganaron.