Argentina vs Sudáfrica

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Cuánta emoción acumulada. Cuántas ganas de que todo arrancara de una vez. Debo reconocer con un poco de nostalgia que en realidad me hubiese gustado estar ahí dentro. Pero esta vez me tocó verlo de afuera, haciendo mi pequeño aporte desde la organización para que todo saliera bien.

Nunca había visto a las chicas tan nerviosas. Fue una de las ocasiones en las que las noté más emocionadas. Y no es para menos. El primer partido de cualquier torneo internacional siempre es muy difícil. Es el debut. La hora de salir a la cancha. Más aún si es un mundial. Más aún si es en tu país, con tu gente, con todo el público mirándote y esperando para alentarte.

Ese nerviosismo tan entendible se hizo presente durante gran parte del primer tiempo. Con Lucha tirada atrás (como si fuera un 5 atrasado) desde el planteo técnico se hizo difícil que conectara con Sole García y Carlita Rebecchi, dificultando la construcción de jugadas de mayor peligrosidad. Sudáfrica aguantó mucho e intentó jugarle de igual a igual a pesar de que algunos señalen a este equipo como el más débil del torneo. Y durante un tiempo lo logró, yéndose al vestuario con un empate.

Pero tras el retorno a la cancha las cosas habían cambiado. Se notó la diferencia. Se hizo visible la superioridad y mucho de ello tuvo que ver con el acertado replanteo del cuerpo técnico adelantando a Lucha para que jugara de enganche. A partir de ahí todo fue para Las Leonas que de la mano de Aymar lograron abrir el partido, plasmar la superioridad que se veía en la cancha con goles y hacer fluir ese contacto, esa relación que tan bien construyen las delanteras argentinas.

El triunfo fue espectacular, principalmente por lo difícil que es arrancar ganando el primer partido de un torneo de esta trascendencia. Pero aún queda mucho por hacer. Solo se pasó la primera prueba.

¡Felicitaciones chicas y vamos Argentina!

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