El debut para los argentinos fue duro. La diferencia fue mucha. Gran Bretaña, cuarto en el ranking mundial, supo dominar a Argentina en todos los sectores de la cancha y marcar su supremacía también en el tanteador, goleando 4 a 1 a los albicelestes. A los argentinos se les hizo imposible controlar la movilidad y la precisión inglesas.
Ya en la primera mitad, a medida que los minutos pasaron, los locales comenzaron a crecer en su juego, llevando a Argentina a retorceder dentro de su campo, parándose sólo para el juego de contragolpe. De esta forma, las situaciones más claras dentro del área estuvieron en poder de Gran Bretaña, que entraba al círculo argentino por los laterales y peligraba el arco de Vivaldi (de grandes atajadas en todo el encuentro). El primer gol de la tarde llegó en el primer córner corto del partido, a los 21′, en un rebote que Barry Middleton supo estampar contra la red. La presión y la precisión de los europeos crecían cada vez más, no obstante la diferencia en el marcador fue sólo la mínima en la primera mitad.
Ya en el complemento los locales supieron reflejar su dominio en el resultado. Otra vez anotó el goleador Middleton, a los 6′, y luego, a los 13′ y a los 17′, fueron los turnos de Fox, en un impecable contragolpe, y de Smith de córner corto, respectivamente. A los 20′, los chicos argentinos sólo pudieron descontar a través de una arrastrada de Pedro Ibarra. Pero sólo eso; contrarrestar el dominio británico fue imposible.
Más allá de este duro golpe, no todo está dicho. Ahora Argentina debe reponerse y pensar ya en Pakistán, su próximo rival.
Foto: Daniel Berehulak/Getty Images