Habían pasado unos pocos minutos de la consagración cuando Mariné Russo, una de las grandes obreras que tuvo el equipo del Chapa Retegui, decidió salirse por un instante del festejo con sus compañeras para celebrar un rato con algunas de sus amigas que estaban en una de las tribunas del estadio. «Mariné, Mariné, vení a saludar genia», le gritaban. Y ella fue. Y hasta allí, hasta detrás del arco, se llegó Hockey-Mundial para charlar un rato con ella sobre el éxito alcanzado. «Yo digo que fuimos un equipo con todas las letras, ahí estuvo la clave para levantar la copa», analizó la Leona.
-¿Caíste a tierra o seguís en las nubes?
-Recién estoy tomando consciencia de lo que conseguimos. Somos campeonas del mundo. Esto es increíble pero real. Y lo tenemos que disfrutar a pleno porque no es algo que se consiga todos los días.
-¿Por qué Las Leonas son campeonas?
-Porque fuimos un verdadero equipazo a lo largo de todo el torneo. Fuimos un bloque defensivo a la hora de defender y muy punzantes cuando había que atacar. Por ahí pasaron las claves. Fuimos un equipo con todas las letras
¿Es el mejor equipo de Las Leonas que te tocó integrar?
-No sé, puede ser. Pero todos fueron grandes equipos. Pasa que este me toca en un momento ideal de mi carrera. Y también porque el Mundial se jugó en Argentina y ante nuestra gente.
¿Y cómo viviste eso de jugar a estadio lleno?
-Fue una experiencia única. Algo que ninguna de nosotras estábamos acostumbradas. Por suerte esa presión no nos jugó en contra. Todo lo contrario. Yo disfruté un montón jugar con 12 mil personas.
-¿Qué significa este logro para el hockey argentino?
-Espero que un empujón enorme, que la gente se vuelque más al hockey y siga trabajando en pos de fomentar aún más a este deporte. Que sirva para que el hockey crezca en todos los sentidos, tanto a nivel de las selecciones como de los clubes.