Lo invaden sensaciones encontradas a Retegui. Se siente raro. Y lo dice. Lo cuenta. Es que por un lado está en una especie de estado de éxtasis permanente por el presente de su equipo. Por la semifinal que está a la vuelta de la esquina. Y por el “maravilloso” grupo que le toca dirigir y conducir. Pero también se lo nota melancólico. Algo triste. Sabe que el ocaso del Mundial está cerca. Y eso lo perturba. “Duele saber que el domingo vamos a estar volviendo cada uno separados por la ruta 9”, dice.
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“Estamos con los pies sobre la tierra. Pero sin dejar de disfrutar de todo esto. Eso es lo que yo les digo a las chicas. Nos invade también algo de melancolía y tristeza por saber que esto termina el sábado y la verdad que es increíble lo rápido que se pasó”, asegura el Chapa.
La semifinal con Alemania, obviamente, también está presente en la conferencia de prensa. Retegui dice imaginar un partido de “ajedrez” en donde cada movimiento será “determinante”. “Alemania es un equipo para respetar. Muy complicado. Sólido en lo colectivo y en lo individual. Pero que queda claro que vamos a atacar a Alemania como nadie lo hizo”.
Sobre el momento del equipo, sobre lo que significa volver a estar en lo más alto de la elite del hokey, el DT subraya sacando pecho: “Hay que valorar lo que hizo este equipo. Es una responsabilidad muy grande mantener a Argentina entre los cuatro mejores del mundo después de una década”.
Y antes de dejar el salón para irse “a correr” (“me voy a despejar corriendo un rato con mis amigos”, dice), Retegui deja un mensaje para todos los fanáticos y las fanáticas que le dieron vida el torneo. “Le agradecemos con el corazón a Rosario. La verdad que todos estamos más que orgullosos de este Mundial. Ojalá lo podamos terminar de la mejor manera. El tiempo lo dirá”.