La jornada de viernes cerró con Japón y Nueva Zelanda , un encuentro que a priori no prometía mucho pero que durante el transcurso del segundo tiempo logro volverse emotivo y emocionante.
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La fría y ventosa noche, en la que sólo algunos pocos se animaron a permanecer en las tribunas, dio un marco acorde a lo que se vio en el primer tiempo: pocas llegadas a los arcos, contados corners cortos y un juego bastante aburrido en el que Nueva Zelanda logró tener más situaciones. Tan chato fue el transcurso de esa primera etapa que no hubo tarjetas ni incidencias.
El segundo tiempo mostró un cambio rotundo, dándole un buen cierre a la extensa jornada de viernes. Japón se adelantó en el minuto 47, cuando Chiba logró desviar un centro desde la derecha para vencer a la arquera neozelandesa. A partir de ese momento el equipo nipón logró consolidar su juego estirando la distancia en el minutó 54, cuando a un bochazo desde fuera del área Nakashima le cambió la dirección para mandarla a la red. Con el juego desplegado, y la ventaja a favor, la sensación era que Japón sólo tendría que esperar la finalización del partido para sumar sus primeros 3 puntos.
Nueva Zelanda necesitó de un minuto de fortuna para cambiar su suerte, primero fue Forgesson que en el minuto 56 logró acortar distancias. Y en el 57′ Sharland le dio el empate al equipo oceánico. A partir de allí se vio un partido emocionante, de ida y vuelta, y con posibilidades para ambos equipos que por imprecisiones o buenas apariciones de las arqueras no terminaron en goles. El empate terminó siendo justo y ambos equipos sumaron así su primer punto en el torneo.